Son tiempos de profundos desafíos y transformaciones. La Revolución 4.0 en todo el mundo está cambiando en forma acelerada los modos de producción e incluso, el destino de las sociedades. La ciencia y la tecnología emergen como las herramientas más poderosas para abordar esos desafíos y construir un futuro próspero y sostenible.
En Córdoba, el conocimiento especializado es una realidad tangible que ha marcado nuestra propia historia, nuestra génesis como Provincia, y que ha permanecido a la vanguardia en distintos campos del conocimiento y de la vida social.
Hoy, nuestro compromiso con el desarrollo de la provincia, en el marco de una crisis innegable, nos obliga a subrayar la importancia vital de la ciencia y la tecnología para afrontar las problemáticas que se presentan y aprovechar las oportunidades. Para ello hay que volver a poner en valor las fortalezas con las que contamos, nuestras capacidades, que han hecho y hacen de Córdoba un epicentro de generación de conocimiento e innovación.
Córdoba se destaca a nivel nacional e internacional por su robusto ecosistema científico y tecnológico. Contamos con instituciones de renombre, como la Universidad Nacional de Córdoba, una de las más antiguas de América Latina, que ha sido cuna de eminentes científicos e intelectuales, junto a otras 11 casas de altos estudios que fueron incorporándose a esta robusta retícula de relevantes instituciones radicadas en nuestra provincia, productoras y generadoras de recursos humanos altamente calificados y de nuevos conocimientos. Además, la provincia alberga importantes centros de investigación y desarrollo y una estructura estatal provincial que reconoce estas áreas como cruciales en la agenda de la política pública.
En este ecosistema, las articulaciones y sinergias no surgen por sí mismas. Son un continuum que sostienen la generación de conocimiento, la transferencia, la innovación y el emprendimiento, catalizadores del desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones para problemas locales y globales. Múltiples actores y organizaciones confluyen en este círculo virtuoso. Contamos así con sectores clave como la agroindustria, la biotecnología, la metalmecánica, la satelital y aeroespacial, la salud, las actividades de economía del conocimiento en franco crecimiento, con investigadores, tecnólogos y emprendedores siempre a la vanguardia, desarrollando desde aplicaciones móviles que mejoran la productividad agrícola hasta innovaciones en medicina de primer nivel. Sin hablar de la épica de nuestros investigadores cordobeses trabajando en tecnología aeroespacial que nos posicionan en el concierto mundial. Todo ello, en un ambiente con las condiciones apropiadas para que se sostengan y puedan seguir creciendo.
Un ejemplo palpable de nuestra capacidad innovadora es el creciente sector del emprendedurismo de base tecnológica, con una plataforma que seguirá desarrollándose, que hoy cuenta con más de 400 empresas de estas características, no sólo capaces de generar empleo de alta calidad, sino también de exportar soluciones tecnológicas a todo el mundo, colocando a Córdoba como un hub de referencia en América Latina.
La ciencia y la tecnología no solo tienen el poder de transformar nuestra economía, sino que también son fundamentales para abordar desafíos sociales y ambientales que emergen, a veces, sin previo aviso. Es incalculable el impacto que la inversión en ciencia tiene en la vida concreta de las personas. Sólo basta con recordar los aportes de nuestros científicos para afrontar la pandemia por COVID-19, lo que demostró la importancia de contar con una infraestructura científica sólida, con investigadores que trabajaron incansablemente para proponer nuevos tratamientos y estrategias de mitigación de este flagelo.
Además, la innovación tecnológica es clave para enfrentar el cambio climático, promover la sostenibilidad y mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Desde la implementación de energías renovables hasta el desarrollo de tecnologías para la gestión eficiente del agua, Córdoba tiene el potencial de liderar la transición hacia un modelo de desarrollo más sostenible y equitativo.
Sin embargo, para continuar avanzando, es esencial que reforcemos nuestro compromiso con la ciencia y la tecnología. Esto implica continuar promoviendo la inversión en investigación y desarrollo, fomentar aún más la colaboración entre el sector público y privado, y promover la alfabetización científica desde temprana edad. Necesitamos como sociedad comprender la importancia de apoyar a nuestros científicos, tecnólogos y emprendedores, su labor cotidiana y reconocer su contribución fundamental a la sociedad.
La ciencia y la tecnología son los pilares sobre los que construimos futuro. Aprovechando nuestras fortalezas y potenciando nuestras capacidades, podemos no solo enfrentar los desafíos del presente sino también abrir nuevas oportunidades para las generaciones futuras.
Como Secretario de Ciencia y Tecnología y como parte del gabinete del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia, reafirmo mi compromiso con este camino y los invito a todos a sumarse a esta visión de progreso y desarrollo sostenido. Juntos, podemos hacer de Córdoba un faro de innovación, conocimiento y bienestar para toda la región.
Saludo en el día provincial de la Ciencia y la Tecnología, en homenaje a Alberto Maiztegui, a todos quienes integran y acompañan nuestro sistema científico-tecnológico y de innovación local.

Por Gabriel Raya Tonetti

Secretario de Ciencia y Tecnología – Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación tecnológica – Gobierno de la provincia de Córdoba